Somos más relevantes para el mundo de lo que creemos. Hay que hacerlo saber. Estamos enmarcados por el Océano Pacífico y el Atlántico, el Caribe y al sur, el Océano Glacial Antártico. En el camino, las riquísimas praderas. Tenemos una magnifica, inmensa columna vertebral que son los Andes donde reina el Condor. Y tenemos, como corazón, la Amazonia, 8 millones de kilómetros cuadrados de bosque tropical, el rio más largo y caudaloso del mundo, un tesoro de biodiversidad.
El Amazonas es la vida de nuestro continente. Lo que nos hace vitales para el mundo. Aún el punto geográfico que está más alejado de la selva vive bajo la influencia del Amazonas, porque todo el planeta vive bajo la influencia del Amazonas y lo necesita.
Tenemos que despertar el imaginario dormido. No tenemos mucha población, ni un enorme comercio internacional, ni mayorías en asambleas internacionales. Tampoco tenemos armas nucleares y a pesar de todos los problemas, vivimos bastante en paz. Y tenemos aire puro, agua dulce, comida en abundancia. Este pequeño planeta gira en el espacio con cerca de 8 mil millones de habitantes, desiertos, terremotos y volcanes, sequías e inundaciones, hambre y guerra, millones de seres enfrascado en el delirio del consumo y la competencia feroz.
Somos el continente que lleva el sustento de la vida para los pasajeros de la nave Tierra. Tenemos una riqueza que la humanidad no puede ignorar. Queremos cuidarla, compartirla, conocerla mejor y hacerla conocer y prosperar.
